jueves, 29 de enero de 2009

PROTAGONISMO INDÍGENA EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL EN BRASIL

COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS
(Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina)*
Las wifalas ondean en Belem do Pará y convocan a Movilización Global en defensa de la Madre TierraEl inicio de las actividades en el Foro Social Mundial estuvo marcado por el protagonismo del movimiento indígena. Desde las primeras horas de ayer, el campus de la Universidad Federal Rural de la Amazonía (UFRA) fue rodeado por un cinturón humano formado por los Pueblos Indígenas con la consigna ¡Salvemos a la a la Amazonía y a la Madre Tierra!. En este acto se hermanaron con los movimientos sociales de todo el mundo que asisten a las actividades que se desarrollan en Belem do Pará, Brasil. Fue una fiesta y un grito de resistencia. Los indígenas llegados principalmente de COLOMBIA, Bolivia, Ecuador y Perú, denunciaron las graves amenazas que se ciernen sobre la Amazonía como producto de las actividades de las multinacionales extractivas: forestales, mineras, gasíferas, de agua, de energía y de petróleo.Ese fue el preámbulo de las actividades que se desarrollan hoy en los tres palcos amazónicos, donde se discute sobre la destrucción de la floresta, el deshielo en los Andes y la sequía en la Amazonía, la lucha contra las hidroeléctricas y las empresas extractivas, la crítica a los agronegocios, militarización, criminalización, intervención imperialista e integración regional.Estos temas no son preocupación exclusiva del movimiento indígena sino que representan amenazas a la propia sobrevivencia del planeta, lo cual prueba que los pueblos indígenas han pasado ya de la resistencia a la propuesta, presentando su alternativa de Buen Vivir –con equidad, reciprocidad y complementariedad entre los hombres y con la naturaleza– a toda la Humanidad.Ese es el nuevo protagonismo político en el continente: el de los Pueblos Indígenas, que ahora se extiende a todo el orbe. Esto explica la amplia acogida que está recibiendo en Belem do Pará la Convocatoria a una Minga Global (Movilización Mundial) en Defensa de la Madre Tierra y los Pueblos contra la mercantilización de la vida (naturaleza, alimentos, agua), contaminación, consumismo y criminalización social, para el 12 de octubre del presente año.Otra de las propuestas de las organizaciones indígenas del Continente que ya está encontrando múltiples adhesiones es la Convocatoria a un Foro Temático Global 2010 sobre crisis civilizatoria, cataclismo ambiental, descolonialidad y derechos colectivos.¡Otros mundos son posibles y urgentes... Y ya los estamos construyendo!Belem do Pará, 28 de enero del 2009.Coordinación General CAOI

ALERTA MUERE UNA NIÑA DE UN AÑO DE LA COMUNIDAD INDÍGENA DE PICHINDEA

S.O.S.
La comunidad indígena de Pichindé, del municipio de Bahía Solano departamento del Chocó, que desde el 18 de octubre 2008, se encuentra desplazado, siguen sin la atención humanitaria y protección del gobierno. Una y otra vez se le ha solicitado a la acción social y al municipio como organismo competente que lo registre en el formato único de desplazado y le brinde protección y atención humanitaria en cumplimiento de su deber de gobierno.
Ante los peligros y la falta de atención, el 21 de diciembre de 2008, llegaron los desplazados y estuvieron al frente del palacio municipal de Bahía Solano desesperado por el hambre y tratando que el gobierno lo atendiera. La asociación OREWA, estableció contacto con el personero y el alcalde municipal donde se comprometieron en atenderlo con comidas para los niños y niñas, mujeres, mayores, pero esto no cumplieron; lo que le tocó a los indígenas en busca de seguridad y ayuda humanitaria salir el día 27 de diciembre hacia el municipio de Juradó. Hoy se encuentran los indígenas en la cabecera municipal de Juradó donde los niños se encuentran enfermos de diarrea y vomito.
La comunidad indígena de Pichindé sigue sin atención humanitaria, ni tienen alberque para dormir, de los 77 personas; 39 son niños que están enfermos con vomito, diarrea y fiebre, hay mujeres embarazadas que están viviendo debajo de una carpa de plástico que improvisaron al llegar a Juradó, duermen sobre la arena, que durante el día es muy caliente y en la noche húmedo por la lluvia. El día 22 de enero de 2009, murió una niña de un año por diarrea y vomito; según su madre el medico de Juradó lo atendió en el hospital pero no le dio medicamento para tratar la diarrea y vomito, esta comunidad indígena están totalmente sin garantía de prestación de servicio de salud, no tienen como acceder a un hospital y a medicamento.
La muerte de la niña los RESPONSABILIZAMOS a los Funcionarios de acción social, alcaldía de bahía solano y al gobierno nacional, así como de cualquier hecho grave que le suceda a alguno de los miembros de la comunidad desplazada. Ya los servidores públicos celebraron la navidad y el fin de año, mientras nuestra gente padece el crimen de la desatención estatal, esta es la institucionalidad de la seguridad democrática. ¿Cuántos niños tienen que morir?, para que reconozcan su condición de desplazado para que los puedan atenderlos las ONGs y otros organismos nacionales e internacionales humanitarias.
Solicitamos a los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales sus pronunciamientos exigiendo al gobierno colombiano que cese la injusticia y el racismo en contra de los pueblos indígenas, la única exigencia es que se registren a los 77 indígenas en el formato único de los desplazados, ya que el mismo gobierno no le permite que otros organismos nacionales e internacionales preste ayuda humanitaria, si lo hacen lo califican de estar actuando dentro de la ilegalidad y pueden ser sancionado a los nacionales y si es extranjero expulsarlo del País, como ya lo ha hecho con justificación de apoyar a los terrorista y todo sabemos que en la minga nos trataron de terrorista y por eso dispararon y asesinaron a nuestro hermano indígena del Cauca.
Por la dignidad del pueblo indígena Embera del Chocó
Enero 24 de 2009
CONSEJO DE AUTORIDADES INDÍGENAS

OIA: DENUNCIA INVASIÓN A SUS TERRITORIOS ANCESTRALES POR PARTE DE MURIEL MINING CORPORATION

La Organización Indígena de Antioquia, reiterando nuestra posición plasmada en la Resolución de Junta Directiva Nº 01 de Abril de 2008, Por medio de la cual las autoridades indígenas del departamento de Antioquia deciden no aceptar la realización de consulta previa en los territorios y comunidades Indígenas para cualquier tipo de decisiones políticas, administrativas, legislativas y cualquier otra acción que provenga de las Instituciones Públicas y Privadas, así mismo manteniéndonos firmes en la defensa de nuestras comunidades y nuestros territorios, DENUNCIAMOS ANTE LA OPINIÓN PÚBLICA, NACIONAL E INTERNACIONAL, la invasión a los territorios de las comunidades indígenas emberas que habitan la zona del bajo Atrato en los Municipios de Murindó y Mutatá, por parte de la multinacional minera Muriel Mining Corporation.
HECHOS
1. Desde mediados del mes de Diciembre de 2008, la empresa minera Muriel Mining Corporation viene haciendo presencia y adelantando trabajos de prospección y exploración, con equipos, maquinaria y personal en los territorios propios de los resguardos indígenas de Careperro, Murindó, Turriquitadó, Coredó, Citaguarodó, Guaguas, Coredocito, Jiguamiandó en el Bajo Atrato Antioqueño, Municipios de Murindó y Mutatá, sin que las comunidades hayan sido consultadas y valiéndose de engaños a algunos lideres indígenas, la empresa minera ha venido deforestando bosque natural para la construcción de un helipuerto e instalación de campamentos en el cerro de Careperro, ante esta situación las comunidades indígenas que suman al rededor de 638 personas entre mujeres, hombres, niños y ancianos, se han asentado en el cerro dispuestos a defender sus territorios,
2. Actualmente el Ejército Nacional viene haciendo presencia permanente en la zona donde están ubicados los campamentos y maquinarias de la empresa minera y han arrasado con las provisiones de plátano y yuca que los compañeros tenían para la alimentación, debido a la escasez de agua aproximadamente 90 personas empiezan a tener problemas de salud, entre ellos hay varios menores enfermos.
3. El día de hoy (21 de Enero de 2009), ha fallecido un menor de 5 días de nacido, debido a la falta de alimentos y hacinamiento en que se encuentran los compañeros, su madre se encuentra en estado delicado de salud.
4. En años anteriores la OIA ha denunciado públicamente a la empresa por entrar a los territorios indígenas utilizando toda clase de artimañas y comprando a los lideres indígenas con comida, licor y ofreciendo dinero, lo cual refleja una clara violación de los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes de la zona. En ese sentido, las comunidades indígenas y la OIA, dadas las condiciones y el tratamiento que le ha dado la empresa minera a la consulta previa estipulada como derecho en el marco de la Ley 21 de 1991 que ratifica el Convenio 169 de 1989 de la OIT, se han negado a la consulta misma, pues no quieren ser utilizados, ni manipulados ni engañados, como ha sucedido con muchos pueblos indígenas en otras zonas del País.
5. Los representantes de la Empresa minera Muriel Mining Corporation no se han querido reunir con las autoridades locales, los líderes y la Organización Regional para tratar el asunto, con la excusa de que ya todos han aceptado la consulta que fue realizado con procedimientos indebidos.
ANTECEDENTES
La sociedad Minera Muriel Mining Corporation es una multinacional de los Estados Unidos, con domicilio principal en el estado de Colorado con sucursal en Colombia en la ciudad de Medellín.
Dentro del megaproyecto minero “Mandé Norte”, Ingeominas y la Gobernación de Antioquia, otorgaron a la Multinacional Minera Muriel Mining Corporation nueve permisos para la exploración, explotación y comercialización de las reservas de cobre, oro y molibdeno que se encuentran en los municipios de Carmen del Darien, Chocó y Murindó (Antioquia), las zonas afectadas corresponden a territorios colectivos de comunidades negras y territorios tradicionales del pueblo Embera.
En esta zona, los grupos armados han hecho presencia, cometiendo crímenes catalogados como de lesa humanidad, en muchas ocasiones con apoyo o tolerancia del Ejercito Nacional.
Por todo lo anterior, llamamos a la opinión pública nacional e internacional a pronunciarse en contra de la violación de los derechos de los pueblos indígenas asentados en los municipios de Murindó y mutatá, por parte de la multinacional Muriel Mining Corporation y el Gobierno Nacional, así mismo llamamos a todas las organizaciones sociales a respaldar y acompañar la resistencia que la comunidad embera viene ejerciendo en defensa de su territorio desde el cerro de Careperro (sitio sagrado y de equilibrio), en el municipio de Murindó.
Instamos a las entidades públicas de control y defensa de los derechos humanos tales como la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo, a las Personerías y a las Organizaciones de Derechos Humanos a fin de que garanticen la seguridad y el respeto de los derechos humanos de las comunidades afectadas.
Instamos a los miembros de la fuerza publica que hacen presencia en la zona a fin de que se abstengan de violentar los derechos de nuestros compañeros que se encuentran en legitima resistencia y defensa de sus territorios.
Organización indígena de Antioquia,
Medellín 21 de enero de 2009.
CONTACTO: OIA: OREWA: 310-5693908

INDIGENAS COLOMBIANOS SE REFUGIAN EN VENEZUELA POR VIOLENCIA

(Reuters) -
Un grupo de 86 indígenas colombianos tuvo que escapar y atravesar la frontera con Venezuela para buscar refugio en ese país después de un ataque de hombres armados que quemaron sus casas y amenazaron con asesinar a sus líderes, denunció el martes la ONU.Se trata del más reciente caso de desbordamiento del conflicto interno que se registra en Colombia. "La oficina del ACNUR en Venezuela reporta que 86 indígenas Wayúu han llegado al estado fronterizo de Zulia en las últimas dos semanas huyendo de la violencia en Colombia", dijo la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)."Es posible que más personas hayan atravesado la frontera buscando protección pero sin presentarse ante ACNUR o las autoridades, por temor a represalias", agregó la agencia de la ONU sin identificar al grupo agresor.ACNUR reportó que una pequeña niña resultó herida durante el viaje y sufrió una lesión cerebral. La agencia anunció que inició la coordinación con las autoridades de Venezuela para proveer a los refugiados de alimentación y ropa.Los Wayúu, una de las comunidades más numerosas del noreste de Colombia, huyeron desde el departamento de la Guajira, una región desértica con costa sobre el Mar Caribe considerada estratégica para el tráfico de drogas y de armas, por lo que grupos ilegales armados como la guerrilla izquierdista y escuadrones al servicio del narcotráfico se disputan su control."Estamos muy preocupados por el aumento de la violencia, el incremento de la inseguridad que ha forzado a las poblaciones indígenas locales a huir del departamento de la Guajira", dijo el representante de ACNUR en Colombia Jean Noel Wetterwald.Colombia, con un poco más de 44 millones de habitantes, tiene 85 etnias con cerca de un millón de indígenas, que de acuerdo con Naciones Unidas, enfrentan el riesgo de extinción como consecuencia del conflicto interno de más de cuatro décadas que azota el país y que cobra miles de víctimas.De acuerdo con grupos de derechos humanos, el conflicto interno de Colombia ha provocado alrededor de 4 millones de desplazados internos y 35.000 muertos, la mayoría civiles, sólo en la última década.La confrontación desbordó las fronteras del país sudamericano y en los últimos años miles de colombianos también se vieron forzados a pasar a naciones vecinas como Venezuela, Ecuador y Panamá en calidad de refugiados, de acuerdo con la ONU.
(Reporte de Luis Jaime Acosta; Editado por Silene Ramírez)

MAS DE 600 INDÍGENAS SE ESTABLECEN EN CERRO CAREPERRO PARA IMPEDIR MINERÍA


Agencia EFE


Unos 638 indígenas Embera se establecieron en un cerro Careperro, en el departamento de Antioquia, para impedir la puesta en marcha de unproyecto minero de la estadounidense Muriel Mining Corporation.Los aborígenes son vecinos de ocho resguardos o comunidades emberas, que tienen como sitio "sagrado y de equilibrio (natural)" el cerroCareperro, montaña eje del plan de minería, advirtió en un comunicado la Organización Indígena de Antioquia (OIA). La OIA observó que los asentamientos indios están situados en un territorio ancestral selvático entre Murindó y Mutatá, en el departamento de Antioquia.Hace poco más de un mes que la multinacional inició tareas de "prospección y exploración" en el cerro, que tiene yacimientos de oro,cobre y molibdeno, según la misma organización no gubernamental (ONG), con sede en Medellín.La Muriel Mining Corporation recibió nueve permisos oficiales para desarrollar en el cerro Careperro el llamado "megaproyecto MandéNorte", de exploración, explotación y comercialización minera, agregó la OIA, que denunció que la multinacional emprendió los trabajos conbase en una consulta previa con las comunidades que fue realizada con "procedimientos indebidos".Además de los permisos del Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas, estatal), las mineras que proyecten operaciones enterritorios ancestrales de indígenas o negros deben contar con el consentimiento de las comunidades, mediante una consulta pública.La OIA aseguró que esta compañía ingresó en el territorio aborigen "utilizando toda clase de artimañas y comprando a los líderesindígenas con comida, licor y ofreciendo dinero, lo cual refleja una clara violación de los derechos de las comunidades indígenas yafrodescendientes de la zona".

!!!EN BOLIVIA GANA LA DEMOCRACIA!!!

Por *Giuseppe De Marzo*
- Asociaciòn A Sud *desde FSM Belem 2009*
Una victoria para toda la humanidad, una victoria de todos los movimientos, un paso adelante para todos aquellos que luchan por los derechos humanos, la justicia social, la defensa del ambiente, una economía solidaria y la paz.La nueva Constitución boliviana aprobada ayer con un referendo (los datos precisos serán difundidos después del 20 de febrero), representa una jornada histórica para Bolivia que ve a través de la participación democrática y el protagonismo de la sociedad civil y los movimientos cumplir un paso sustancial para el futuro con respecto a la afirmación de nuevos y viejos derechos. Plurinacionalidad, reconocimiento (finalmente…) después de 500 años de los derechos de los pueblos originarios, el derecho al agua, el rechazo a la guerra y las bases militares extranjeras en el proprio territorio, reconocimiento de la economía comunitaria, defensa de los bienes comunes, son algunas de las conquistas previstas por la nueva Constitución.Una Constitución que es el fruto de un recorrido de participación y de mediación entre todos los componentes de la sociedad boliviana iniciado hace dos años con la institución y elección de la Asamblea Constituyente que concluyó el pasado 25 de enero.En medio de la crisis global provocada por un modelo económico centrado exclusivamente en el crecimiento, en la devastación ambiental, en el super poder de los organismos financieros internacionales y de decenas de multinacionales y en el vaciamento de los valores y las reglas del derecho internacional, la respuesta de la sociedad boliviana es una señal de esperanza, inclusión, participación y la afirmación de nuevos y viejos derechos muchas veces pisoteados en todo el mundo. Una señal de gran modernidad y de esperanza para todos y todas.Nos parece entonces incomprensible la actitud de las agencias de noticias italianas que parecen haber salido de los consejos de administración de cualquier gran multinacional o del oficio de prensa del Banco Mundial o del FMI. De lo escrito por éstas emerge una vez más como el derecho a la información sea cada vez más una quimera para nosotros italianos, golpeados y regolpeados con una información administrada o por el presidente del consejo o por grupos económicos relacionados a doble filo con el modelo que ha empujado a la humanidad al abismo de una crisis global y que en vez de hacer autocritica, continua a mantener sus privilegios. Es de verdad curioso y alarmante verificar que la principal preocupación de las agencias de noticias esté relacionada con el punto de vista de los latifundistas bolivianos preocupados de perder privilegios que han costado la vida y dignidad de millones de otros seres humanos. Como ocurre generalmente, el punto de vista de los excluídos, de los emarginados, de la mayoría de la población que vive en dificultad o con penas la propia existencia, deja el puesto a las preocupaciones de algunas decenas de multimillonarios que no podrán de ahora en adelante continuar a hacer negocios de oro, sino que dobrán "contentarse" con ganancias normales. Nos parece grotesca la interpretación de la prensa italiana preocupada más por la posible reelección del presidente Evo Morales, el primer presidente indígena de suramérica, (reelección que prevén de la misma manera nuestras constituciones), que de las conquistas hechas por los bolivianos en materia de derechos humanos fundamentales.Una transformación de la realidad explicable solo a través del derrumbamiento de los valores y realidades en las que se ejercitancotidianamente la mayor parte de aquellos que administran la información italiana, completamente identificada (más que dominada) con un modelo de sociedad fundado en la exclusión, el racismo y la violación sistemática de los derechos. La misma prensa de hecho omite noticias relacionadas con la violación de derechos humanos realizados por empresas italianas o europeas, por muchos de nuestros gobiernos y parece extrañamente ciega frente a crímenes aberrantes cometidos por los "alíados" mientras exalta el rol de presidentes elegidos con fraudes, la violencia y la corrupción, alineados con las posiciones de aquellos países que piensan todavía poder "guiar" el mundo a su imagen y semejanza, con la tranquilidad de quien piensa que debe haber un mundo capaz de acoger todos los mundos.La prensa italiana decidió estar de la parte de los latifundistas de Santa Cruz, aquellos que exaltan abiertamente el nacismo y el fascismo, que hablan villacamente (como Hitler) de superioridad de la raza, que arman paramilitares para andar a masacrar pobres e inermes indígenas, que hacen arrodillarse en plaza a campesinos y mujeres indígenas para humillarlos públicamente tratándolos como animales de carga, que llaman al presidente Morales "mico" o "indio de mierda", que insitan a la violencia y la separación de Bolivia, que pedían a Bush una intervención militar para hacer con las armas lo que no pueden hacer con los votos y la democracía, los mismos que prepararon un golpe de estado. Esta prensa y estos políticos han científicamente decidido de que parte estar y saben bien que para defender sus privilegios, la mayor parte de la población debe pagar un precio altísimo, hecho de pobreza, precariedad, desocupación, privatización de derechos y criminilización de la protesta social.De resto, la idea de utilizar el Estado para dar centenares de miles de millones a las bancas y tallar los fondos para la escuela, la formación, lasalud, subrayando sobretodo la palabra de quien nos gobierna y de quien administra la gran parte de la información. Las ventajas de pocos la pagan muchos. La crisis por ellos provocada la debemos pagar nosotros y continuar a hacer sacrificios para mantener los privilegios de pocos al interno de un modelo que proclamaba a través del liberalismo, el desarrollo y el progreso y que no sólo ha fracasado sino que ha exportado bombas para defenderse y ha dejado atrás la mayoría de los ciudadanos para seguir adelante, tratando el planeta y sus bienes comunes como una descarga y simples mercancías para producir ganancias. La sociedad boliviana aprobando la Constitución decidió que Bolivia no será más así. Esta es la dirección justa para salir de la crisis. Solo a través del respeto de los derechos humanos fundamentales, la justicia social y los derechos de la naturalezza es posible construir democracia y dejar un mundo vivible para las futuras generaciones.La sociedad civil italiana y muchos movimientos empeñados en nuestro país en defender los más elementales derechos pisoteados por el gobierno y las empresas que con ellos hacen negocios, todos aquellos que son criminalizados sólo por haber combatido por la defensa del derecho al agua, al territorio, a la participación, a la salud, a la casa, a la paz y a una vida digna, están siguiendo con profunda admiración lo que el pueblo boliviano ha sido capaz de hacer en estos años y que ven en la aprobación de la nueva. Constitución un paso adelante gigante para la democracia. Valdría la pena por una vez tener una actitud más respetuosa hacia los pueblos del sur del mundo e imaginar que esta vez somos nosotros queaprendemos de ellos.
*Giuseppe De Marzo* - A Sud, desde el Foro Social Mundial

martes, 27 de enero de 2009

ACNUR pide a Colombia que proteja a los indígenas que son víctimas de ataques

Por: EFE - Ginebra

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACUR) solicitó hoy a Colombia que proteja a sus ciudadanos indígenas que son víctimas de vejaciones, maltratos y asesinatos y que por ello son obligados a abandonar el país.

Más de 600 indígenas se establecen en cerro para impedir minería
"ACNUR solicita a las autoridades que tomen las medidas necesarias para proteger a los indígenas de las violencia y el desplazamiento forzado", señala un documento distribuido hoy por esta agencia de la ONU.
Además muestra "su preocupación" por los crecientes casos de desplazamiento forzado a los que han sido sometidos los indígenas Wayuu que viven en el departamento de La Guajira, en el nordeste del país.
Según los últimos datos, 86 indígenas Wayuu llegaron al departamento venezolano de Zulia tras haber atravesado el desierto de La Guajira y haber cruzado la frontera, después de haber sido víctimas de un ataque.
Los atacantes fueron hombres armados que quemaron sus casas y los amenazaron de muerte, según los testimonios recogidos por los funcionarios del ACNUR en Venezuela.
"Estamos muy preocupados, porque vemos que estos casos se repiten y no cesan, es el intento de quitarles a los indígenas sus tierras ancestrales", declaró el portavoz del ACNUR, Rod Redmond.
Los refugiados Wayuu explicaron que un grupo mayor de su etnia que también huyó de los ataques se encuentra aún en el desierto de La Guajira.
El ACNUR alertó que estos ataques se insertan en un contexto de creciente violencia en La Guajira, dado que se han documentado asesinatos selectivos, amenazas de muerte, intimidaciones y extorsiones, así como la reorganización de grupos armados ilegales.
Según la agencia, la violencia la sufren especialmente los Wayuu, así como otros grupos indígenas como los Arhuaco, los Kogui, y los Wivam, que juntos representan el 45 por ciento de la población del departamento.
Los Wayuu son una de las comunidades indígenas más numerosas de la región, hay 150.000 en Colombia y 160.000 en Venezuela.
El departamento de La Guajira es una región estratégica que da acceso al mar Caribe, es por ello que es el lugar elegido por diversos grupos armados que quieren controlar el comercio ilegal de estupefacientes.
Según datos oficiales, más de 50.000 personas han sido desplazadas involuntariamente a causa de la violencia imperante en el departamento.
En Colombia, hay un millón de indígenas, divididos en 80 grupos distintos.
Veintisiete de ellos están formados por menos de 500 personas y corren el riesgo de extinguirse, a menudo como resultado de la violencia y de los desplazamientos forzados.

jueves, 22 de enero de 2009

“Lo indígena le ofrece al conjunto del movimiento popular un esqueleto sobre el cual se articulen otras formas de movilización más débiles”

Entrevista a Juan Carlos Houghton, investigador social vinculado a organizaciones indígenas y al Centro de Acompañamiento al Indígena (CECOIN) de Colombia

Sergio de Castro Sánchez
Rebelión

Tras el fin de casi dos meses de movilizaciones en el contexto de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, conversamos con Juan Carlos Houghton sobre la situación actual del movimiento indígena colombiano, los factores que han influido en su configuración y las perspectivas que la propuesta de construcción de una agenda común de todos los sectores sociales puede tener en un país dominado por la política de Seguridad Democrática y de despojo territorial del presidente Álvaro Uribe. Houghton, desde su participación en el Centro de Acompañamiento al Indígena (CECOIN), ha realizado numerosas investigaciones que han visto la luz en la revista Etnias y Política del Observatorio Indígena de Políticas Públicas de Desarrollo y Derechos Étnicos, entre otras. Asimismo, es autor, junto a William Villa, del libro Violencia política contra los pueblos indígenas en Colombia (1974-2004) (2005) y editor de La Tierra contra la muerte. Conflictos territoriales de los pueblos indígenas en Colombia (2008). La mayoría de estos trabajos están disponibles en la página web de CECOIN: www.observatorioetnico.org.

- Tú defiendes que el movimiento indígena en Colombia vive una situación paradójica entre la “captura institucional” y la oposición al neoliberalismo.
El fenómeno fundamental para los pueblos indígenas en los últimos años fue la aprobación de la Constitución de 1991. Ésta recogió una gran parte de las expectativas indígenas, pero en un texto de corte claramente neoliberal. De todas maneras, la Constitución del 91 significa simbólicamente para los pueblos indígenas una conquista trascendente en términos del respeto que pueda significar que en la constitución aparezcan como sujetos de derechos unos pueblos que durante 500 años fueron ignorados, secuestrados, incorporados a la dinámica del capital y del Estado.
El problema es que cuando empieza la implementación institucional y económica del neoliberalismo, todos estos avances que se habían visto como posibles en la Constitución comienzan a perder posibilidades de desarrollo. Frente a ello los pueblos indígenas no tuvieron una lectura crítica adecuada, lo cual todavía se da entre la gran mayoría de los líderes.
El punto de quiebre es que la Constitución del 91 formula una propuesta de Estado único en una sola nación que reconoce multiétnica. El reconocimiento multiétnico que se daría al interior de la nación no se expresa en los organismos del Estado. Además, la incorporación de lo étnico dentro de una única nación colombiana planteó un aplazamiento de la apuesta por la diversidad y por la existencia en el país de no sólo una nación colombiana.
En ese contexto, los pueblos indígenas tuvieron una virtud, y es que su proceso político-histórico les permitió mantener estructuras organizativas y comunitarias muy sólidas, mientras que campesinos y afros generalmente desarrollaron formas de organización civil antes que formas de control y de gobiernos territoriales. Esto supuso que los indígenas tuvieran una enorme capacidad para resistir a la guerra y a la agresión del paramilitarismo y de la insurgencia. Esto, unido al avance normativo que supuso la Constitución, permitió que los indígenas pudieran aguantar toda la arremetida de los años ’90, que fue brutal. Aún así, lo que se ha ido viendo ha sido una reducción de esos espacios que fueron conquistados en el 91. Fundamentalmente cuando se muestra que la economía va a por recursos naturales; entonces la dimensión territorial del neoliberalismo aparece de una manera mucho más clara.
¿Qué es lo que ocurre en el momento actual? Actualmente existe una clara política de desterritorialiación consistente en la formación de territorios empresariales entregados a las grandes empresas trasnacionales y criollas. Por ejemplo, en el caso forestal, las funciones de vigilancia al cumplimiento de la ley en materia forestal y ambiental quedarían en manos de las propias empresas forestales. Así pues, la gestión de los recursos naturales pasa a tener una gestión privada, con lo que todo el territorio colombiano se convierte en una enorme zona franca donde imperan las leyes de cada empresa. Esta privatización del territorio acentúa aún más la crisis y el enfrentamiento con el proyecto territorial indígena.
Lo que ocurre, y ahí es donde viene la paradoja, es que aunque todos los indígenas de las distintas corrientes tienen claro que esta es una pelea contra el capital, la persistencia de una lectura optimista de la Constitución del 91 hace que crean que vaya a ser el Estado el que les resuelva esta disputa con el capital trasnacional, cuando éste ha conseguido su territorialidad porque el estado se la ha cedido.
- En ese contexto, ¿cómo interpretas las movilizaciones que se han dado en el marco de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria?
La Minga ha expresado esta tensión. Hay un sector minoritario del movimiento indígena que descubre que su apuesta de autonomía indígena choca con la totalidad de la política impulsada por el Estado colombiano. Para este sector no hay ninguna posibilidad de que este Estado nos resuelva la tensión que tenemos con el capital trasnacional. Desde esa perspectiva, lo que se ha de hacer no es una negociación con el Estado, sino una apuesta por construir una plataforma política que incluya otros sectores sociales para refundar el Estado. Entienden que este Estado no puede cumplir con sus derechos, porque está diseñado para violarlos.
Mientras, el otro sector, que todavía tiene la expectativa de que el Estado los reconozca como pueblos indígenas y les garantice sus derechos, busca una interlocución con el Gobierno con un resultado que, como se ha visto, ha sido lamentable: el desprecio por parte del Gobierno ha sido absoluto. Y eso no sólo por una falta de cortesía por su parte, sino por una incapacidad del modelo económico de satisfacer las expectativas de los indígenas.
En ese contexto, hay que destacar que los pueblos que tienen un proyecto más claro de autonomía territorial, que le apuestan más a la construcción de lo propio que a la participación en el Estado, son los que más rápidamente han visto la necesidad de hablar con los otros sectores sociales. Mientras, entre aquellos que hacen un mayor énfasis en participar dentro del Estado, la visión política es más de una competencia con los otros sectores sociales, terminando por luchar por los derechos indígenas pero distanciándose de las expectativas de los otros sectores.
- ¿Cómo ves el futuro de la propuesta que ha hecho la Minga de construir una agenda común junto al resto de sectores sociales colombiano?
Durante la Minga se ha dado un intento de conjugar las dos posiciones presentes en el movimiento indígena, entre otras cosas porque ninguno de estos sectores es excluyente con el otro. Pero este intento, en la práctica, ha supuesto un mensaje confuso para el conjunto del movimiento popular. Por un lado porque una negociación nacional con los pueblos indígenas, el Estado no la va a hacer. Y por otro, porque la agenda de negociaciones acabó ocultando la agenda estratégica indígena. Algunos sectores entendieron que había una apuesta más allá de la movilización, pero la gran mayoría, que entendieron la Minga a través de los medios de comunicación, interpretaron que lo que había era una Minga indígena para que el Gobierno les cumpliera con unos derechos, lo cual hizo que se viera sólo la agenda de uno de los sectores del movimiento indígena. Eso no significa que el liderazgo de los sectores sociales no percibiera las diferencias. Yo creo que lo hicieron.
Hay una ventaja. Y es que las organizaciones indígenas que apuestan por la construcción de una agenda común son pacientes. Esta es una propuesta que viene de tres o cuatro años atrás. Hasta ahora el eco ha sido momentáneo. Pero ahora hay una visión más clara de que no se puede hacer simplemente la propuesta, sino que es necesaria una tarea de diálogo con el conjunto del movimiento popular.
Otra ventaja de lo indígena es que le ofrece al conjunto del movimiento popular un esqueleto de movilización sobre el cual se articulen otras formas de movilización más débiles. Además, cuenta con la credibilidad de su propuesta, sobre todo en el caso del movimiento indígena del Cauca.
Todo ello, sumado a la crisis que sufre actualmente el uribato -cuyo nivel de corrupción es cada vez más evidente-, me hace pensar que va a haber más posibilidades de desarrollar esa agenda en el mediano plazo, convirtiéndose todas estas movilizaciones en un factor de altísimo desgaste para el Gobierno.
- Según dices, la situación paradójica y problemática a nivel interno que vive el movimiento indígena colombiano surge a partir de la aprobación de la Constitución del 91. En otros países de la zona los movimientos sociales han integrado en sus programas políticos la demanda por una nueva Asamblea Constituyente, procesos en los que ha incidido de manera sustancial el movimiento indígena. ¿Por qué razón no se ha incluido tal demanda en el movimiento indígena y popular colombiano?
En el caso colombiano no es algo que se haya planteado mucho entre los sectores sociales entre otras cosas porque hay temor de que una convocatoria a una constituyente se pierda en el contexto de manipulación mediática, compra de votos y presión de los paramilitares. Esto es una percepción que puede estar cambiando a la luz de la crisis del gobierno de Uribe. Pero un proceso constituyente necesitaría que se resolviera antes el problema de la guerra o que hubiera una oferta para resolverla. No creo que los sectores dirigentes, para los que tal proceso supondría un retroceso en lo conseguido en el 91, se atrevan a una constituyente sin que las FARC tengan una propuesta de desmovilización. Supondría un riesgo demasiado alto para ellos.
Además, hay sectores indígenas que se han visto favorecidos por los elementos positivos que tiene la constitución del 91 y que siguen teniendo mucha expectativa con ese modelo, sin darse cuenta de que es la constitución del neoliberalismo.
- Uno de los puntos esenciales en las demandas de la Minga es la revocación de lo que han llamado “la legislación del despojo”. Ésta incluye los TLC, pero me gustaría que nos explicaras en qué consiste y qué supone otra de las leyes a la que se opone el movimiento indígena: el Estatuto de Desarrollo Rural.
El Estatuto de Desarrollo Rural le quita al movimiento indígena, campesino y afro las conquistas de los últimos 40 años en materia normativa. Sólo señalaré algunos propósitos que creo fundamentales.
Lo primero, legaliza todos los títulos fraudulentos expedidos entre 1917 y 1997, conseguidos sobre todo en la llamada “Época de la Violencia” de los años ’50 y en los procesos de despojo por parte de los paramilitares. Todo lo que se considera la contrarreforma del paramilitarismo, queda legalizado. Puede que se caiga esa ley -y el Gobierno sabe que es una ley inconstitucional-, pero los dueños de esos títulos conseguidos ahora van a reclamar que ya son legítimos. Se trata de la mayor canallada hecha por el Gobierno para favorecer a los narcotraficantes, a los paramilitares y a los terratenientes, que en caso colombiano son un solo grupo.
El segundo elemento de conculcación de derechos de los pueblos tiene que ver con los pueblos indígenas. El Estatuto subordina todos los procesos de titulación de tierras a los planes de ordenamiento territorial de los municipios. Así, en donde los pueblos indígenas son minoría y en donde haya sectores terratenientes hegemónicos, se va a prohibir la titulación de las tierras que todavía faltan por legalizar a los pueblos indígenas.
Tercer punto: criminaliza todos los procesos de reivindicación territorial indígena. La Ley tiene una norma que dice que no se titulará si los pueblos indígenas “pretenden” reivindicar esas tierras mediante actos que ellos consideran violentos, que son, entre otras cosas, la ocupación de las tierras ancestrales indígenas. Pero lo particular es que la Ley dice “los que pretendan reivindicar” y no los que hayan sido reivindicados. El sólo hecho de que reivindiques la tierra y digas que la vas a ocupar, se convertiría en un elemento para negar el proceso de titulación.
Otra norma establece que a los pueblos indígenas nómadas y de sistemas itinerantes de economía, para reconocerles el derecho a la tierra, se les exige que tengan ocupación permanente, es decir, deben convertirse en sedentarios y dejar de ser el pueblo que son.
Por otro lado, prohíbe que los campesinos puedan ampliar las zonas que se les han dado en los procesos anteriores de reforma agraria. Mientras que los grandes empresarios pueden pedir de manera indefinida una ampliación de las hectáreas que les da el Estado para su usufructo con posibilidad de que se conviertan en propiedades de ellos.
- ¿Y cómo afecta el Estatuto a los resguardos ya titulados?
El legalizar todos los títulos fraudulentos expedidos entre 1917 y 1997 significa que los procesos de titulación de tierras pueden tener ahora un montón de reclamaciones porque los títulos que no eran lícitos en el momento de la titulación de los resguardos, ahora van a servir para que sus dueños reclamen tierras. Probablemente a los indígenas no les vayan a quitar esas tierras, pero vamos a tener al Estado pagándole otra vez a estos personajes por tierras que nunca han sido de ellos.
- ¿Qué influencia ha tenido el conflicto armado en la configuración del movimiento indígena colombiano?
Es necesario evaluar de manera sopesada el asunto y entender que los pueblos indígenas no son sólo víctimas de la guerra sino también sujetos políticos.
En materia de conflicto armado lo que se ve son los proyectos territoriales de la insurgencia por un lado; el del estado, el para-estado y las grandes empresas de recursos naturales por otro; pero también el de los pueblos indígenas. De alguna manera la guerra explicitó estos tres proyectos enfrentados. El hecho de que la insurgencia tuviera un proyecto territorial excluyente con el proyecto indígena hizo que los indígenas, que de alguna manera tenían identidades políticas con la izquierda armada y rural, plantearan aquí una diferencia que obligó a un proceso de aclaración de su proyecto territorial. Así, es verdad que la guerra los arremete, pero también permite la construcción de ese proyecto. Y de la misma manera con el Estado y el para-estado. Esto sucedió, por ejemplo, en el Cauca, en donde el CRIC se convirtió en el principal sector social del departamento.
Ahora, esto no significa que todos los pueblos hayan reaccionado de igual manera. Para otros la guerra ha supuesto un factor de desestructuración dado el carácter mágico-simbólico que tienen para los pueblos indígenas sus líderes, muchos de los cuales fueron asesinados durante el conflicto.
Pero yo creo que después de la parte más dura de la guerra, los pueblos indígenas han logrado mantener ese proyecto territorial en general. No hay territorios indígenas grandes que estén controlados por estos actores armados. No significa que no intervengan pero, en general, las hegemonías políticas en los territorios indígenas hoy están en manos de los propios indígenas.
- ¿Qué características ha tenido la violencia política contra los indígenas durante el gobierno de Uribe?
Los dos primeros años de Uribe (2002-2004) fueron los más violentos contra los pueblos indígenas. Y comparando los seis años de Uribe con los seis años anteriores, sigue siendo el de Uribe el Gobierno en donde más asesinatos políticos ha habido en toda la historia del movimiento indígena.
Lo más relevante de la época después del 2004 es que la gran mayoría de los crímenes cometidos contra los indígenas es por parte de agentes del Estado. Mientras en los dos años anteriores era, mayoritariamente, por parte de los paramilitares.
Lo que ocurrió es que, y esto no sólo se refiere a pueblos indígenas, disminuyó la violencia política porque se estableció y legalizó un régimen de terror permanente que ya no requirió del asesinato. Por tanto, lo que ha sucedido es que una vez intimidan a la población y descabezan a las organizaciones sociales, éstas tienden a cierta inmovilidad que hace que la violencia estatal y paramilitar no sea necesaria contra la gente. Y eso puede decirse igualmente de donde la guerrilla entra ejerciendo inicialmente actos de poder y después disminuye la violencia.
- ¿Cómo ves la alternativa política y social indígena en América Latina teniendo en cuenta el telón de fondo de los gobiernos del llamado Socialismo del S. XXI?
Creo que hay puntos muy fuertes de la vida indígena y de sus propuestas que deberían alimentar esta propuesta alternativa del Socialismo del S. XXI. Por un lado, las lógicas comunitarias de democracia directa. Creo que ellas están a la raíz de la capacidad movilizadota de, por ejemplo, los indígenas del Cauca, en donde la autoridad es la autoridad de la comunidad.
Otro elemento es su visión frente a la Naturaleza. No creo que ésta sea idílica ni que todos los indígenas la defiendan, pero el proyecto de relación con la Naturaleza sin duda es muy potente y debe estar a la base un proyecto de refundación de alternativas políticas en clave socialista.
De hecho, creo que la principal enseñanza en el caso colombiano para la izquierda debería ser que en lugar de estar buscando fuerzas de poder sacadas de algún ejercicio teórico, deberían identificar los factores fundamentales del ejercicio de poder y democracia en los pueblos indígenas, sobre todo del Cauca. Al mismo tiempo, estos ejercicios, sin un poder antisistémico y anticapitalista, son perfectamente funcionales al capital y al Estado.
Ahora bien, la principal debilidad de la izquierda para pensar el Socialismo del S. XXI está en el modo de vida. O hacemos una reflexión sobre el modo de vida o seguiremos optando por el petróleo, por la explotación minera, por la acumulación de capital. Por esa razón se opta por el Socialismo del S. XXI, pero al mismo tiempo por la IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana). No se sabe resolver el problema financiero y en última instancia “ahí está el petróleo y el gas, tocará sacarlo; ahí están los indios, tocará sacarlos también”.

domingo, 11 de enero de 2009

La masacre de Atanquez

Por: Alfredo Molano Bravo

(El Espectador)
Se ha vuelto tan cotidiano el hecho de matar indígenas en Colombia, que Google ha inaugurado un nuevo servicio: "Reciba las últimas noticias acerca de muertes indígenas en Colombia con las Alertas de Google". Ud. sentado en su casa o detrás del escritorio de su oficina, en su celular o en su computador recibe cada hora o cada tres horas, -o con la frecuencia que solicite- la noticia del momento: muertos uno, tres, diez indígenas.En general, el gobierno, casi antes de que sea publicado el hecho, ya ha dicho que la cosa es muy rara, que es muy sospechosa, que ofrece recompensa por la información que conduzca a la captura de los homicidas. Horas después del pregón oficial, las agencias de noticias divulgan con bombo y platillos, que el asesinato no lo fue, que no se trata de un atentado sino de un accidente. Esa rectificación la hace siempre y cuando el crimen haya sucedido en zonas aseguradas por los militares o por los paramilitares. Porque de otra suerte, la recompensa pasa de los seis dígitos, y los responsables son inequívocamente los terroristas. La muerte de Edwin Legarda, esposo de la Consejera Mayor del CRIC, Aida Quilcué se debió, según el gobierno, a que la víctima no obedeció los avisos de "Pare, Retén, su ejército está en la vía. Vive Colombia, viaja por ella". El veredicto de la muerte fue anunciado por el presidente Uribe al mismo tiempo que no disimuló su antipatía visceral hacia las medidas cautelares, y en general a los juicios que comprometen moral y económicamente al país.El reciente asesinato de cuatro indígenas Kankuamos en una caseta al aire libre la noche de Año nuevo en Atanquez -estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta- tiene algunos bemoles propios que la diferencian del guion convencional. De entrada, tres de los cuatro muertos son de apellido Arias, que es una de las familias más golpeadas de la comunidad Kankuamo. En las dos últimas décadas han asesinado a 262 miembros de la etnia: simplemente un etnocidio. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó entonces al Estado colombiano medidas cautelares para proteger al pueblo kankuamo.Como esas medidas no fueron plenamente observadas, el caso pasó a la Corte Interamericana que dictó Medidas Provisionales de Protección, un paso mucho más comprometedor para Colombia, puesto que se está ante un juez aceptado como instancia superior por el país. Por esta razón, la masacre de Atanquez es tan delicada para Uribe, y por esta razón, la fuerza pública pudo haber sido presionada para declarar que se trata de un "accidente" y no de un "atentado". Las autoridades han dicho que los propios Kankuamos manipulaban un artefacto explosivo que estalló y causó la tragedia. Los indígenas argumentan que investigarán, pero que en principio, el hecho hace parte de la historia de asesinatos y desplazamientos ejecutada por el ejército, los paramilitares o la guerrilla. El artefacto no fue una bomba hechiza sino una granada de fragmentación patentada. Las pruebas fueron recogidas rápidamente por criminalística de la policía y poco se sabe sobre su examen pericial. La tesis del accidente trata de involucrar de manera directa a los indígenas, y responsabilizarlos para debilitar así la credibilidad de los hechos frente a la Corte.De otro lado, desde hace varios años Kankuamos han exigido el retiro de los batallones militares instalados en su resguardo, aun hoy que el gobierno ha declarado que la región vive, según su diagnostico, en postconflicto. No hay que olvidar, además, que Uribe está empeñado en construir el embalse de Besotes, en la cuenca del Guatapuri, que beneficiará a las empresas palmeras del Cesar y afectará gravemente los resguardos Arhuaco, y Kankuamo