jueves, 30 de octubre de 2008

Con permiso Opinamos


Tejido de Comunicación ACIN,
Cauca, octubre 29 de 2008

Con permiso opinamos que si La Minga y el Gobierno nos encontramos en La María, será dos días antes de las elecciones de los EEUU, es decir, el momento para darle a conocer a los presentes y ausentes, que venga quien venga, no queremos TLC, ni guerra, ni leyes para entregar el país a transnacionales, ni un modelo de desarrollo para ellos que nos sigue matando a nosotros. Por eso opinamos, con permiso, que el domingo la cita es de La Minga de los Pueblos con el Mundo.
Por fin al Presidente Uribe parece que le va a tocar ir a la asamblea en La María y con La Minga, o por lo menos esperamos que ese sea el caso y que después de la violenta agresión contra una protesta pacífica, el uso indebido e injustificado de un asalto militar armado, el asesinato de por lo menos dos indígenas en La María y los más de 100 heridos, la fabricación de un encuentro y de un falso acuerdo entre sus Ministros y los líderes indigenas, la presentación de un montaje para justificar todo lo anterior, el incumplimiento de la cita en Cali, la manipulación de cifras sobre tierras indígenas, la asistencia tardía al CAM en Cali donde vociferó provocaciones a los pocos que quedaban allí y a quienes no les permitían irse para que el Presidente tuviera público y la recurrente distorsión de la agenda para presentarla como un problema de indígenas, de tierras y del Cauca, después de todo esto, pues, ojalá fuera cierto que va a escuchar respetuosamente la agenda de cinco puntos. Lo dudamos y con razón.
De todos modos, en estos días, anda exigiendo que el ejército respete los derechos humanos y dando de baja oficiales involucrados en falsos positivos. Claro que se trata de encubrir 6 años de promover y ordenar violaciones sistemáticas de derechos humanos por parte del ejército, la policía y los paramilitares, sin siquiera expresar condolencias una sola vez a sus víctimas o familiares, aunque fuera para encubrir estos crímenes atroces. No creemos que se nos vaya a olvidar jamás el que luego de la masacre de San éde Apartadó, saliera a acusar a las víctimas que incluían niños degollados. Su ejército fue condenado por la CIDH, pero él nunca mostró el menor remordimiento. De modo que esto no puede ser mas que una fabricación mediática de sus múltiples y transnacionales asesores para mejorar la imagen de un Presidente que el mundo reconoce como el conductor de una tiranía construida a sangre y fuego para las transnacionales.
Si el Presidente va a La María, ojalá sea a atender a la Minga y no solamente a los indígenas. Si va allí, ojalá sea en presencia de medios de comunicación del mundo entero que transmitan la agenda de los pueblos. Ojalá la evidencia se presente. Ojalá se sepa que el TLC fue impuesto contra los pueblos y que no lo queremos. Que las leyes se pasan contra los pueblos y que esto es ilegal, injusto e inaceptable y por ello deben derogarse de inmediato. Que la tiranía se ejerce desde el Estado y por lo tanto los pueblos merecemos y requerimos verificación de los hechos y protección internacional, porque nuestro propio Estado es un peligro, el mayor peligro que enfrentamos. Que, finalmente, deben crearse las condiciones para que los pueblos y procesos y nuestras organizaciones podamos construir una agenda nuestra, tejida desde nuestro dolor constante y recurrente para que acá haya democracia. Ojalá, que esto sea dicho por voceros y voceras de todos los pueblos que hemos hecho la Minga de los pueblos.
Con permiso opinamos, que si esto no es así, que si se manipulan las agendas, que si se trata solamente de tierras y derechos indígenas, que si las vocerías no representan a los pueblos, pues mejor dejemos constancia de que los puntos están planteados, la agenda ha sido la palabra nombrada y que pase lo que pase, ésta sigue siendo la agenda no negociable y permanecerá hasta cuando sea abordada. Acá dejamos constancia.
Con permiso opinamos que si La Minga y el Gobierno nos encontramos en La María, será dos días antes de las elecciones de los EEUU, es decir, el momento para darle a conocer a los presentes y ausentes, que venga quien venga, no queremos TLC, ni guerra, ni leyes para entregar el país a transnacionales, ni un modelo de desarrollo para ellos que nos sigue matando a nosotros. Por eso opinamos, con permiso, que el domingo la cita es de La Minga de los Pueblos con el Mundo.
Cordialmente invitadas e invitados. Ustedes deciden si respetan o no.

miércoles, 29 de octubre de 2008

SEGUIMOS CAMINANDO LA PALABRA POR TODA COLOMBIA


Más de 50 delegados de regionales indígenas de Colombia, definieron continuar caminando la palabra en un encuentro de diversidades por las regiones del país, con rumbo a Bogotá, en el marco de la Minga de resistencia Social y comunitaria. En las deliberaciones, donde participaron regionales de Chocó, Valle, Córdoba, Risaralda, Huila, Nariño, Boyacá, Santanderes, Cesar, Antioquia, Quindío, Cauca y delegados de la Organización Nacional Indígena de Colombia - ONIC, se alertó frente al espectáculo mediático montado por el presidente Uribe, con el cual se pretendió hacer creer a la opinión pública que los indígenas habían incumplido la cita pactada, desconociendo que más de 45 mil personas iniciaron el debate público con una silla vacía: la silla del presidente.Esta versión fue ratificada por Blanca Chancoso, Marcial Arias, Miguel Palacín, Pedro Nuny, y Manuel Ramiro Muñoz, delegado de Baltazar Garzón, en el informe de la Comisión Internacional de garantes, entregada el día de hoy, 27 de octubre, donde se relatan aspectos de “...la concentración de la Minga que sesionó en el parque del Centro Administrativo Municipal, sin la presencia del presidente Uribe, colocando una silla vacía en medio de las autoridades Indígenas y de la comisión de garantes, simbolizando de esta manera la espera”. Expresaron también “... que fueron vanos las gestiones y esfuerzos de la comisión mediadora conformada por miembros de la iglesia y altos personeros de las Naciones Unidas representantes en Colombia, gobernador y Alcalde de Cali...”. Expresa el escrito que “...Sorpresivamente el Presidente Álvaro Uribe aparece sobre el Puente peatonal, para entablar el supuesto diálogo...”, y que “...con megáfono en mano, continuó el conversatorio con los transeúntes que pasaban en ese momento, y no eran integrantes de la Minga de los Pueblos”.Con varias reuniones de emergencia, tanto del orden regional como macro regionales y nacional, la Minga de la Resistencia Social y comunitaria definió continuar el proceso en dos líneas de acción; la primera, retomar el proceso de solidaridad con la comunidad indígena de La María, Piendamó que continúa invadida, allanada y con comunidad desplazada por las fuerzas del Estado; y la segunda en el sentido de avanzar desde las diferentes regiones hasta la capital del país, que se unirá con otros sectores sociales en la perspectiva de construir el país que queremos las mayorías populares.


Una nueva amenaza sobre los pueblos indígenas, con un nombre que debe ser ficticio, relaciona los procesos indígenas con la guerrilla, ratifica la mentalidad racista que promueve el gobierno nacional y defiende su programa político sin indios. El panfleto también recuerda con morbosidad que si no se respeta al presidente se iniciará (o continuará) una campaña de exterminio contra los indígenas.Situaciones como las actuales: un gobierno que miente, unos amigos suyos que amenazan subrepticiamente, una fuerza pública que invade y desplaza indígenas sin motivo, ni proceso jurídico alguno y unos medios de comunicación que limitan la información a las versiones oficiales, justifican el debate nacional propuesto con el presidente Uribe; el cual requiere de un diseño de tiempos y temas concertados, con una moderación neutral, la garantía de su emisión en directo por el canal institucional, con presencia de las personas y los sectores participantes en la minga de resistencia social y comunitaria, quienes definirán el sitio donde se debe desarrollar la actividad. La seguridad del evento estará a cargo de la guardia indígena.Vamos caminando la palabra por Colombia, avanzamos para mejorar, pues la Minga tiene mucho de profundidad y espiritualidad, hoy está unida la Madre Naturaleza, el aire y el viento nos acompañan.


MINGA NACIONAL DE RESISTENCIA (SOCIAL Y COMUNITARIA) INDIGENA Y POPULAR.

Que cesen las falsedades sobre la tierra indígena


Octubre, 22 de 2008

El gobierno falsea las cifras de la tierra que poseen. Muchas de las áreas que poseen no pueden explotarse. Lo que predomina entre ellos es el minifundio
Luego de la feroz represión de la que fueron víctimas los indígenas colombianos, y en especial los caucanos, el gobierno nacional se ha dedicado a tergiversar la información en contra de estos compatriotas. Además de relacionarlos con la guerrilla, relación que las autoridades indígenas colombianas han rechazado desde hace años en todos los tonos, el ministro de Agricultura y el propio presidente Álvaro Uribe han salido a desinformar sobre la cantidad de tierras que poseen los indígenas, casi que presentándolos como latifundistas.
La manipulación de la estadística es evidente. Han ocultado que muchas de las tierras que poseen las comunidades indígenas no son cultivables, por ser parques naturales, páramos, desiertos o carecer de las calidades agrológicas adecuadas. Además, han contrastado a los indígenas y a las tierras que poseen con el total de los habitantes del país o los departamentos, cuando deben compararse no con la totalidad sino con los que viven en las zonas rurales.
De las 31.2 millones de hectáreas tituladas a los resguardos indígenas, 24.7 millones (79 por ciento) quedan en la Amazonia y la Orinoquia , territorios que por muchas razones no son parte de la producción agropecuaria del país y en el que habitan apenas 71 mil indígenas, el 5% del total de Colombia. Y como otras muchas tierras están en páramos, desiertos como el de La Guajira y zonas que no son habitables, lo cierto es que los 1.41 millones de indígenas colombianos apenas poseen 3.12 millones de hectáreas de tierras utilizables, lo que da menos de tres hectáreas por persona. La verdad es que los indígenas son el 14.2 por ciento de la población rural del país, pero poseen el 6.8 por ciento de las tierras con vocación agropecuaria del país.
La manipulación sobre las tierras del Cauca también ha sido descarada: Andrés Felipe Arias ha dicho que los 320 mil indígenas son el 26 por ciento de todos los habitantes del Cauca, pero que poseen el 30 por ciento de las tierras, ocultando que representan el 43 por ciento de los caucanos que viven en las áreas rurales, que es con quienes habría que compararlos.
Cualquiera que conozca las zonas indígenas colombianas, tendrá que reconocer que en ellas predominan el minifundio, el desempleo y la pobreza.
La solución del problema indígena colombiano, porque así lo nieguen hay un problema indígena en el país, no puede partir de mentiras. Tiene que empezar por las cifras que en buena medida lo explican. Y que a partir de esos datos se le encuentren salidas, las cuales deben tener también como criterio la existencia de una economía rural de tipo dual: con empresarios y obreros agrícolas con derechos, de una parte, y con campesinos e indígenas, de la otra, de manera que se construya un agro próspero que les sirva a todos los colombianos.
SenadorJorge Enrique Robledo

¿POR QUÉ QUIEREN EXTERMINARA LOS INDÍGENAS?


Por Aurelio Suárez Montoya.


En medio de la grave crisis cafetera de la década de los noventa, con ocasión de una de las muchas marchas que se llevaron a cabo, las autoridades civiles y militares de entonces convocaron a un Consejo de Seguridad a los organizadores de la protesta.
La principal preocupación policiva era que se sabía que “iban a venir indígenas”. De igual modo, la opinión recuerda el indigno trato que las autoridades de Risaralda, representadas por la presente viceministra de Cultura y una senadora actual de Cambio Radical, le dieron a un paro de la comunidad embera. Fueron maltratados y cercados por sed, hambre y enfermedad y, como ya es hábito, acusados de ser instrumentos de la subversión “para desestabilizar” al establecimiento.
Estos hechos, repetidos innumerables veces y en casi todas las regiones del país, demuestran una conducta general de las clases dirigentes del país de discriminación y arbitrariedad contra los indígenas colombianos. La máxima muestra de dicha actitud fue el discurso del Presidente Uribe en Quetame el sábado pasado cuando en forma mordaz, impropia de un mandatario, quiso “matonear” ante la opinión, prevalido del poder de los medios oficiales, a las comunidades nasas y paeces que están movilizadas hace una semana por justas razones.
A Uribe le parece que los indígenas tienen mucha tierra para ser tan pocos. Sería bueno también hacer la cuenta de sus propiedades conocidas. ¿Es el ciudadano Álvaro Uribe, propietario del latifundio El Ubérrimo en Córdoba, con 2.000 hectáreas en las mejores tierras del valle del río Sinú; socio de la hacienda Guacharacas (de la parte de la ribera derecha del río Nus, Semana, octubre 2007) y con propiedad en el oriente antioqueño, el área rural de mayor valorización del país, el llamado a reclamar equidad?¿Desconoce el presidente que el problema de la distribución radica en que el 0,4% de los propietarios posee el 65% de la tierra hábil para agricultura y ganadería en Colombia, con predios superiores a 5.000 hectáreas en promedio, y no a la concentración de selvas y tierras inhóspitas en territorios de huitotos, Nukak Maku y koguis de la Sierra Nevada.
Y no sólo eso. ¿Tiene autoridad para reclamar equidad en la tenencia quien ha sido remiso a la recuperación efectiva de las buenas tierras usurpadas por los paramilitares, que acorde con fuentes oficiales pasan de tres y medio millones de hectáreas, y apenas la acción oficial ha redimido menos del 1% de tal monto? Relacionado con ello está precisamente el incumplimiento de los acuerdos firmados con la comunidad Nasa, incluido uno del 13 de septiembre de 2005, por los cuales el Estado se comprometió, según fallo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a restituir 15.000 hectáreas como compensación de la masacre del Nilo, en diciembre de 1991 donde murieron 20 indígenas, incluidos mujeres y niños.
Las reclamaciones indígenas tienen que ver además con la carencia de más de 400.000 de ellos de tierras aptas para cultivar. También se denuncia el asesinato en la impunidad, en los últimos seis años, de 1.253 indios y el desplazamiento forzado de sus territorios de por lo menos 54.000, lo cual ha puesto a 18 pueblos en riesgo de desaparición. Así mismo, la protesta está exigiendo la consulta masiva y obligatoria que sobre leyes como la Forestal o el Estatuto Rural, acorde con el Convenio 169 de la OIT, debe hacérseles y que ha sido desconocida por el gobierno. Por esa razón se cayó la primera de estas leyes y debe declararse inexequible la segunda, de acuerdo con la Procuraduría. Contrario a lo que dice la columnista María Isabel Rueda, quien no cumple con la Constitución y la Ley es el Estado respecto a los pueblos indígenas, tienen protección y circunscripción especial por su carácter de minoría étnica. Tal convenio hace parte del bloque de constitucionalidad y Uribe lo sabe y es por eso que ordena comprar “a lo que valga” las tierras exigidas, vale aclarar que no es por magnanimidad.
A los indígenas los quieren exterminar y se les da trato de parias, además de el interés desposeerlos de sus territorios y de las riquezas naturales que allí existen, por una razón política: porque con su ejemplo y su Minga enseñan al resto a defender con organización, dignidad y firmeza sus derechos. Un mal ejemplo que puede cundir, muy grave en una dictadura cuyo montaje se va consolidando paulatinamente en Colombia. Son, en últimas, una de las antítesis sociales del proyecto uribista, contraria a él, son un contrafuerte de la Resistencia Civil.

EN VEZ DE REPRIMIRLOS FEROZMENTE, QUE EL GOBIERNO ATIENDA LAS JUSTAS PETICIONES DE LOS INDÍGENAS, DICE EL SENADOR ROBLEDO

Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo,
Bogotá, 15 de octubre de 2008

Completo repudio expresó el senador Jorge Enrique Robledo a la brutal represión de la que han sido víctimas los indígenas del Cauca y Risaralda, quienes le piden al gobierno nacional que atienda sus reclamos, en los que también participan las comunidades indígenas de Tolima, Valle, Guajira, Córdoba, Huila y Chocó.
En el caso de los brutales ataques de la policía y el ejército en La María, Cauca, la Asociación de Cabildos Indígenas, ACIN, reportó dos muertos a bala y cerca de sesenta heridos, casi todos también por disparos de las autoridades.
La jornada de protesta, reprimida con desproporcionada dureza por órdenes del gobierno nacional, se dirige, entre otros, contra la reforma al Código de Minas y el mal llamado Código de Desarrollo Rural, al igual que exige que el gobierno cumpla con los compromisos firmados con los indígenas hace varios años.
Después de calificar como justos los reclamos de los indígenas, el senador del Polo Democrático Alternativo señaló que es por completo inaceptable que el presidente Uribe les responda con la fuerza de las armas a quienes protestan y reclaman sus derechos, criminalizando de esta manera la protesta civil. A manera de contraste con lo que ocurre en Colombia, Robledo recordó cómo en las protestas en Francia, en 2005, en las que se quemaron treinta mil automóviles, no hubo ni un disparo por parte de las autoridades. Y también señaló que el gobierno argentino no dio orden de disparar contra los agricultores cuando bloquearon las carreteras de ese país. Otra prueba más, por si hiciera falta, de que Álvaro Uribe es el peor Presidente de la historia de Colombia.
El senador Robledo, quien se ha ocupado de este grave problema en la plenaria del Senado y en la Comisión Quinta de esa corporación, llamó al gobierno a que cese de inmediato la represión y a que atienda de inmediato los reclamos de las comunidades indígenas.

Quienes Somos?

Somos la Asociación de Estudiantes Indígenas de la Universidad del Atlántico (ASEINUA); una organización étnica, académica, cultural, investigativa, autónoma que planteamos  difundir el pensamiento y las manifestaciones culturales, investigativas y académicas de las comunidades indígenas de Colombia, mediante la creación de espacios de participaciones físicos y virtuales. De igual manera, propugnamos la defensa de los derechos de los pueblos indígenas del mundo.